Nuestros cuidadores, que viven directamente en el hogar -también conocidos como cuidadores internos- también pueden atender a los siguientes grupos de personas, además de los cuidados tradicionales de mayores a domicilio:
-Personas con enfermedades graves o crónicas, como Parkinson o esclerosis múltiple
-Personas con discapacidades físicas o mentales que necesitan apoyo en su vida diaria
-Personas que se encuentran en la última fase de una enfermedad terminal
-Personas que necesitan apoyo en casa tras operaciones graves, largas estancias en el hospital o tras un ictus